Había una vez un niño de 8 años llamado Peter que en una navidad le regalaron una bicicleta.
Pero cuando fueron pasando los años al niño le quedaba chica la bicicleta entonces la dejo en una plaza abandonada. Un día, camino a la escuela se encontró con un niño arriba de su bicicleta, sin darle importancia siguió caminando. A la tarde cuando vuelve de la escuela ve su bicicleta en la plaza abandonada y como todo niño curioso quiso ir a ver porque estaba ahí, cuando se acerca a la bicicleta empieza a moverse rodeando toda la plaza, Peter salió a correrla, cuando logro montar la bicicleta comenzó a andar. La bicicleta siguió andando, el niño ya estaba desorientado, no sabía donde estaba, tenía miedo de no saber donde lo llevaría esa bicicleta. Después de dos horas de andar por las calles llegaron otra vez a la plaza abandonada, la madre muy preocupada porque su hijo no aparecía, todos lo buscaban por todos lados, y cuando Peter llega a la casa llorando su madre le pregunto que le pasaba, el niño no quiso contarlo y quiso solucionar el tema solo, para poder vencerlo él. Una noche salió a la plaza abandonada y ahí estaba la bicicleta, de repente sale un niño de atrás de un árbol y le dice: Aléjate de mi bicicleta ahora es mía, tú la abandonaste
Y Peter responde:-Pero esta embrujada
Y el niño responde:-Yo la embruje
Y Peter Dice:- Porque la embrujaste?
El niño acoto:- Porque es mía y no quiero que nadie la robe.
Peter muy travieso montó la bicicleta y logro dominarla y se la regaló a un niño vecino de el que de verdad la necesitaba.
Y colorín colorado este cuento ha terminado y algún día será continuado.
